Versalles, situada a sólo 20 kilómetros de París, es un auténtico símbolo de la grandeza y elegancia de la monarquía francesa. Este icónico sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO atrae a millones de visitantes cada año para admirar su espléndido palacio y sus exquisitos jardines.

El Castillo de Versalles, antigua residencia real de Luis XIV, es una de las construcciones más impresionantes de la época barroca. El Salón de los Espejos, con sus espejos resplandecientes y suntuosos candelabros, es el punto culminante del recorrido. No te pierdas los aposentos reales, donde vivieron los reyes y reinas de Francia, decorados con una riqueza incomparable.

Los Jardines de Versalles, diseñados por el famoso arquitecto paisajista André Le Nôtre, se extienden sobre más de 800 hectáreas. Podrás pasear por senderos perfectamente simétricos, admirar las fuentes que bailan al ritmo de la música clásica y descubrir arboledas escondidas. Cada rincón del jardín ofrece una visión del ingenio y la belleza de las creaciones artísticas del siglo XVII.

Más allá del castillo principal, el Domaine de Marie-Antoinette es un remanso de tranquilidad. Allí encontrarás el Petit Trianon, un retiro íntimo de la reina, así como el Hameau de la Reine, un pueblo pastoral donde María Antonieta disfrutaba desempeñando el papel de granjera, lejos de los protocolos de la corte.

Ya sea que sea un apasionado de la historia, la arquitectura o los jardines, Versalles es un destino imprescindible para comprender el esplendor de la monarquía francesa y la influencia cultural de esta época. Un día en Versalles es un viaje en el tiempo, donde cada rincón rezuma el esplendor y la belleza del Reino de Francia.